viernes, 23 de abril de 2010

La meditación Budista. 1ra parte


No es fácil lograrlo. Controlar el estrés, el nerviosismo, la tensión y el miedo lleva tiempo y requiere de esfuerzo. Primero debemos comenzar a relajar la mente y luego interiorizar cierta sabiduría, cierta comprensión del mundo, del entorno. Es necesario cambiar progresivamente, lenta pero radicalmente, nuestra mirada, nuestra concepción o creencia de lo que este mundo es y la forma como existe.

Hoy quisiera hablar un poco de la meditación. ¿Qué es la meditación?

Primero que todo, la meditación es una acción y toda acción implica una motivación. Además la meditación no es una acción cualquiera, sino una acción mental e íntima.Por lo tanto  la meditación es una acción mental producida por la determinación  y  basada en una motivación o intensión básicas.

Exploremos algunos elementos que se  manifestan en la definición anterior:


1.      Una acción mental no implica una negación de la dimensión corporal, eso es imposible dada la íntima relación existente entre el cuerpo y la mente. Por lo tanto, lo primero que debemos aprender en la meditación es cuál es la postura de meditación correcta, como usar nuestro cuerpo para que sea un vehículo que apoye la acción mental.Se habla de dos tipos principales de posturas de meditación: la postura de loto y la postura de medio loto. También puedes aprender a realzar los siete puntos para una postura de meditación correcta.
Si queréis profundizar sobre este tema os recomiendo que consultéis libro "Manual de meditación" de Venerable Gushe Kelsang Gyatso donde se da una información muy completa de este primer elemento de los preliminares. 

2.      ¿Qué tipo de acciones mentales existen? Existen muchas formas de entender los procesos mentales. Para el propósito de este pequeño texto voy a hablar de una división en dos tipos: acciones mentales que se concentran en objetos y acciones mentales que se concentran en sensaciones. Por ejemplo: existe una acción mental cuando percibimos una casa ya que establecemos un objeto mental para poder discernirlo y nombrarlo "casa" y está la sensación que experimentamos junto con esta  percepción del objeto y que puede ser atractiva, repulsiva o indiferente.

3.      Basados en el numeral anterior podemos afirmar que existen dos tipos de meditación: la que se concentra en objetos mentales y la que se concentra en sensaciones mentales. Ahora surge otra pregunta: ¿qué objetos mentales son los adecuados? ¿en qué objetos mentales debo concentrarme cuando medito?

Existen, desde la óptica de los efectos, tres tipos de objetos mentales: los virtuosos, los no virtuosos y los objetos neutros. Los objetos virtuosos son aquellos que producen efectos positivos en la mente como paz interior o una sensación agradable; los objetos no virtuosos son aquellos cuyos efectos resultan ser contrarios, es decir, desasosiego, insatisfacción, odio, etc. y los objetos neutros tienen efectos neutrales, es decir, que si bien no experimentamos nada negativo, tampoco aumentamos nuestra sabiduría.

4.       Así que en dependencia del tipo de objeto que utilicemos para nuestra concentración, estaremos realizando un tipo de meditación, es decir, estaremos recorriendo un camino interno.
      El propósito de estos escritos es profundizar sobre un tipo de meditación específico: la meditación  Budista. A esta meditación la podemos definir como la concentración (acción mental) en objetos virtuosos, entendiendo lo virtuoso como toda acción cuyo efecto sea la paz mental y la felicidad duradera. Dice el Budismo que la felicidad no es una cualidad de los objetos en si mismos sino de la mente que los percibe y experimenta. 

Dentro de la perspectiva Budista también hay diferentes tipos de objetos de meditación. Existen los objetos de meditación de las escuelas Teravadas como son: concentración en la impermanencia de todos los fenómenos y sus adiestramientos superiores. También existen los objetos de concentración de la escuela Mahayana como son: la concentración en la Bodichita (el corazón supremo) y la práctica de las seis perfecciones. Aquellos que siguen los caminos Mahayanas tienen dos niveles de práctica que dependen de las instrucciones que han recibido, dos caminos diferentes en sus objetos, complementarios en la práctica e idénticos en los efectos que esperan produzcan sus acciones mentales: os hablo del camino del Sutra y del Tantra.

El camino que enseña la práctica de los objetos del Sutra y el Tantra como una unidad, como una ruta hacia la liberación es llamado el camino del Lamrim y fue un gran obsequio de Venerable Atisha el gran creador de la Antigua Tradición Kadampa. Este sencillo método reune en un sólo cuerpo y en un sólo camino todos los matices de las 82.000 enseñanzas del maestro Buda Shakyamuni.

Pero para que esta sabiduría llegara hasta nosotros han sido necesarios el paso de muchos siglos y el esfuerzo constante de muchos practicantes entregados. Os hablo del gran Mahasida y monje ordenado Venerable Je Tsongkapa cuya gran sabiduría y constante esfuerzo permitió reordenar y revivir las enseñanzas de la vieja tradición Kadampa, realizando una primera renovación de estas enseñanzas, y luego el gran trabajo, sabiduría, inspiración y entrega de Venerable Gueshe Kelsang Gyatso que llegó a occidente hace muchos años y luego de dar enseñanzas y conocer los aspectos particulares de la mentalidad occidental, realizó una renovación total del Lamrim por petición de su maestro Venerable Trijan Rimpoché Dorjechang, adaptando la presentación del LamRim a la mentalidad occidental y girando la rueda del Dharma para crear la Nueva Tradición Kadampa.


Espero veros pronto. Un abrazo.